Con la revolución del Internet, la adquisición de dispositivos móviles y la diversificación de los hábitos de compra de los consumidores, hoy en día, es más importante que nunca que las empresas aprovechen la omnicanalidad para ofrecer experiencias superiores y personalizadas a todos los clientes.
Una estrategia omnicanal permite a las empresas ofrecer una experiencia de usuario coherente y sin problemas al conectar cada punto de contacto con el cliente.
¿Qué es la omnicanalidad?
La omnicanalidad en marketing y ventas, no es más que la integración y colaboración entre los diversos canales que utiliza una organización para comunicarse con los consumidores a fin de crear una experiencia de marca coherente y una experiencia de usuario perfecta, que los satisfaga, independientemente de si el cliente está comprando en un canal en línea o de manera presencial en la tienda física.
Una estrategia omnicanal se centra en integrar y mejorar toda la experiencia del cliente, en lugar de experiencias de clientes individuales en los diversos canales comerciales.
Bajo un enfoque omnicanal, cada canal comercial trabaja con el fin de crear una experiencia unificada. Esto significa que los clientes pueden comprar un dispositivo móvil o una prenda de vestir, ya sea en línea o visitar una tienda física y la experiencia siempre será satisfactoria y consistente.
A continuación, mencionamos algunos ejemplos para tener una mayor comprensión sobre la omnicanalidad:
- Los clientes reciben mensajes de texto sobre la campaña y pueden comprar el mismo producto en oferta cuando van a la tienda física.
- A través de un anuncio por redes sociales, un cliente ve un producto, decide comprarlo, se dirige a una tienda física y encuentra el producto con las mismas características y el mismo precio.
- El cliente, al ver la publicidad de un artículo electrónico decide comprarlo, pero en lugar de llamar, decide ir a la tienda en línea, donde encuentra el mismo producto.